Rajoy se ha lanzado a por el voto rural y el del jubilado, un caladero electoral sobre el que el presidente insiste en que el Gobierno nunca les ha dado la espalda. "Nuestro partido siempre ha mantenido el nivel de pensiones durante cuatro años", declaraba Rajoy en Olmedo.

Un mensaje que, entre partida y partida de dominó, traslada en sus visitas a centros de jubilados. Si el PP ha diseñado una campaña centrada en recorrer pueblos pequeños, no sólo se debe a que Rajoy quiera explotar al máximo su perfil más cercano, sino que las cifras hablan por sí solas, ya que más de 15 millones de españoles responden a este perfil.

De los más de 36,5 millones de españoles llamados a votar el próximo 20 de diciembre, más de 11,5 tendrán el 20 de diciembre 60 o más años. Y a más edad, según el CIS, mayor tendencía a votar al PP, ya que un aplastante 81% de los encuestados mayores de 65 años declara su intención de apoyar a los populares, un porcentaje que cae hasta el 11% entre los jóvenes de entre 18 y 24 años.

Un puñado de votos puede ser clave para arañar los escaños de las circunscripciones pequeñas, así que los guiños a los vecinos son constantes. Una campaña poco convencional, y de resultado aún incierto.