Con el complicado escenario político que ha dejado el resultado electoral, el rey se enfrenta a su mayor reto desde que fue coronado hace un año y medio. "Esta vez es la primera que va a tener una cierta discrecionalidad, va a poder decir me creo que este candidato me dice que tiene mayoría suficiente, yo le voy a nominar" explica José Apezarena, experto en Casa Real y biógrafo de Felipe VI.

La función del monarca es la de proponer un nombre al presidente del Congreso y que pueda empezar así el proceso de investidura. Para tomar esa decisión primero se reunirá con los candidatos de los grupos con representación parlamentaria.

Un papel de moderador que le impide intervenir pero que le permite instar a los partidos a alcanzar acuerdos y facilitar así la gobernabilidad, como reivindicó en el discurso de su proclamación: "La independencia de la corona ante las diferentes opciones ideológicas me permiten contribuir a la estabilidad de nuestro sistema".

Y a esta tarea hará referencia, según La Vanguardia, en su tradicional discurso de Navidad, la noche del 24. Un mensaje que puede incluir referencias a los pactos entre partidos políticos y que, según el diario, grabará esta tarde en el palacio de la Zarzuela.