El 20D ha colocado a Podemos como la tercera fuerza política en el Parlamento y, aunque ha tendido ya la mano para futuros acuerdos, su candidato Pablo Iglesias también ha dejado muy claras sus líneas rojas, que conducirán -ha dicho- a una reforma constitucional. 

"España ha votado un cambio de sistema" y eso tiene una implicación "irrenunciable, imprescindible e inaplazable", que es la reforma constitucional, ha asegurado Pablo Iglesias en el TeatroGoya de Madrid, donde Podemos había instalado su cuartel general para seguir la noche electoral. Iglesias, escoltado por todos los miembros de su Ejecutiva, se ha encargado de recalcar que Podemos ha logrado 69 diputados, más del 20% de los votos -entorno a cinco millones de sufragios- y que es la primera fuerza en Cataluña y el País Vasco y la segunda en Madrid, Valencia, Navarra, Baleares y Galicia.

Para Podemos "ha nacido una nueva España", y en ese nuevo panorama se siente con fuerza para plantear sus condiciones de cara a futuros acuerdos. Sobre la mesa, Podemos pondrá la necesidad de blindar en la Constitución los derechos sociales, la reforma del sistema electoral para hacerlo más proporcional y la inclusión de un revocatorio al Gobierno si incumple su programa electoral, sin olvidar un nuevo acuerdo territorial que respete la plurinacionalidad del país y que, según Iglesias, sólo puede liderar Podemos.