Baja el subidón electoral, suben las dudas y sólo queda una certeza. La primera decisión es saber quién pilota la nueva etapa en Cataluña.

Con el Parlament que se dibuja no vale la abstención. Junts pel Sí necesita los votos de la CUP para vencer a los 'no' y formar Gobierno. La CUP, por su parte, no se ha cansado de decir que no votará a Artur Mas como president.

Los rivales de Mas le dan por amortizado y ponen el foco en lo que ocurra en las elecciones generales.

En el actual escenario de fragmentación sólo hay victoria clara de una corriente: la de los partidos que dicen que no se puede seguir como hasta ahora. 99 diputados piden cambiar la Constitución, todos salvo los del PP y los de Ciudadanos.

Una reforma que, según Ciudadanos, no debe alterar el mapa actual y que no llegará mientras el PP siga en la Moncloa. A la espera de saber qué inquilo tendrá la Moncloa tras las generales, la situación en Cataluña podría empantanarse durante meses.