Debido a su participación en el Consejo Europeo extraordinario que ha analizado en Bruselas la crisis de los refugiados, Rajoy explicó que no pudo ver el debate televisado entre su ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, y el líder de ERC, Oriol Junqueras, respecto a las consecuencias que tendría la salida de la UE de Cataluña.

"No puedo hacer dos cosas a la vez. No he visto el debate ni sé cómo ha ido, pero estoy seguro de que habrá ido bien para los intereses del sentido común", ha señalado Rajoy.

No obstante, fuentes del Gobierno han mostrado su satisfacción por el desarrollo del mismo y han considerado que el ministro ha dejado claras las consecuencias que tendría una Cataluña independiente.

Rajoy coincidió con Margallo en Barcelona debido a la presencia de ambos en Cataluña para participar en diversos actos de campaña y también estuvo con ellos la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, cuya agenda la había llevado igualmente a la Ciudad Condal.

El presidente del Gobierno ha considerado que uno de los aspectos más positivos en las semanas previas a las elecciones en Cataluña es que "mucha gente que no había salido antes a decir lo que pensaba" sobre la apuesta independentista, ahora se hayan atrevido a hacerlo. 

Ante la pregunta de si no cree que llegan tarde la serie de advertencias que se están lanzando sobre las consecuencias de una hipotética Cataluña independiente es cuando ha expresado su satisfacción por el hecho de que muchos que callaban antes, ahora digan lo que piensan al respecto. "Hemos visto empresarios, entidades financieras, gente que en la sociedad tiene importancia. Y eso es capital", ha asegurado el presidente del Gobierno.

Tras subrayar que algunos, como el Partido Popular, llevan muchos años dando esa batalla, ha asegurado que a él le reconforta que se oigan muchas voces que antes estaban calladas y que le da igual "la hora" a la que finalmente han decidido ser oídas.

Para él, se siguen acumulando criterios sobre algo "realmente disparatado e incomprensible" como que haya esa "marcha atrás hacia ninguna parte" en "el siglo de la integración".

Por ello, ha confiado en que a partir del próximo domingo se pueda abordar este asunto con sensatez y sentido común y se ponga fina a una dinámica que cree que sólo genera tensión y división, que crea problemas y que pone en serio riesgo la recuperación económica.