Los nervios también participan en esta jornada electoral, alguno ya no le salen las cuentas, como a la consejera de Gobernación de Cataluña, Meritxell Borrás, que se ha equivocado dando las cifras del total de personas llamadas a votar.

Confusión también entre los votantes, a la entrada de un colegio electoral, los ciudadanos se encontraban banderas y alguna consigna cuyo significado tampoco es del todo claro. Dento de los colegios el día será largo, menos para un joven que ha sido expulsado durante la votación de Artur Mas cuando enarbolaba la bandera española.

Se agradece cualquier detalle, como los que les llevan café a quienes están en las mesas electorales, compañía, como la de una señora que acude a votar con su perro porque "lo llevaba al parque y así de una vez voy a votar". Otros esperan a que sus abuelos voten en la escuela en la que estudian para poder enseñársela.

Lo que está claro es que hay que ir preparado y con los deberes hechos. "Vengo con la botella de agua, la papeleta y el DNI para votar", comenta una chica. Incluso un cura ha aprovechado y ha ido a votar antes de dar la misa. A partir de las 20:00 veremos por quién doblan las campanas.