"Puede que votantes no independentistas tengan preocupación de que públicamente se les vea votando en un colegio electoral o cogiendo una papeleta u otra", explica José Manuel Contreras, experto en comunicación política.

Concretamente, una del PSC, de Ciudadanos o del PP. Estos partidos han aumentado sus presupuestos en el envío de las papeletas a casa de los ciudadanos. Así, el votante acude a las urnas sin miedo con la papeleta metida en el sobre. Ciuidadanos gastará 750.000 euros, más del doble que en 2015.

"Ahora que vamos a coger la papeleta e iremos a votar, ahora sí que votaremos", exclamaba durante un mitn Inés Arrimadas, candidata de Ciudadanos a la presidencia de Cataluña.

El PSC llegará a los 870.000 euros. "Y yo os pido que el 21 de diciembre acabemos con el miedo y lo cambiemos por la esperanza", afirmaba Miquel Iceta, candidato del PSC a la presidencia de Cataluña.

El PP no detalla cifras pero reforzará su envío de propaganda electoral. "Tenemos que estar haciendo colas y colas ante las urnas el día 21 para que no se salgan con la suya", aseguraba Xavier Albiol, candidato del PP a la presidencia de Cataluña.

Tanta precaución pese a que las encuestas auguran una participación récord. La mayoría por encima del 80% y alguna incluso superior al 93%. Unos datos que no aseguran que ese aumento de votos vaya a parar a los partidos no nacionalistas.

"Puede que haya también voto independentista más radical que no suele participar en procesos electorales pero esta vez se sienta impulsado, dada la importancia que cobran estas elecciones, a participar y compense el otro efecto", explica Contreras.