Cuando hace cuatro años miles de ciudadanos, en su mayoría jóvenes, acamparon en la Puerta del Sol de Madrid y en las plazas de otras ciudades para expresar su descontento muchos pensaron que se trataba de una revuelta juvenil, tan espontánea como fugaz.

Era año de elecciones, Aguirre junto a un sonriente Granados,  decía: "Al Gobierno que lo hace rematadamente mal hay que echarlo democratica y pacificamente y la manera de echar un Gobierno democratica y pacifícamente,  es yendo a votar en las  urnas".

Lo hicieron y en enero de 2014,  irrumpió Podemos en el panorama político. Primero fue Europa, después las municipales y autonómicas. El pueblo ha elegido y entre ellos a Ada Colau una de esas activistas antidesahucios que de movilizarse pasa a ser la alcaldesa de Barcelona.