El fuego cruzado en la investidura lo empezó Pablo Iglesias afirmando que "hay más delincuentes potenciales en la Cámara que fuera", y lo continuó Rafael Hernando asegurando que "Podemos usó el nombre de España para ponerse a la venta de dictadores". Y acabó con los diputados de Unidos Podemos abandonando el hemiciclo.

"Nosotros protestamos porque la presidenta del Congreso no cumplió con el reglamento de la Cámara para favorecer al PP", aclara Errejón. La bronca que colea todavía un día después, con ataques del PP a la actitud de Pablo Iglesias y los suyos, que según Maroto, "no lo hacen ni los niños en la guardería".

Por eso, los populares intuyen una legislatura complicada con la bancada morada: "Poco se puede esperar de Podemos con el discurso montonero de Pablo Iglesias" ha asegurado Pablo Casado. Desde Podemos también critican la provocación del portavoz del PP: "Aunque el Supremo haya dicho que no hay financiación ilegal yo digo que sí y dejo ahí colgando que si le han pagado cuatro millones" ha dicho Monedero.

Iglesias también tuvo su encontronazo con Rivera. Que hoy, sin embargo, le quita hierro a este tipo de roces: "El debate a veces se calienta y hay que aceptar golpes igual que a veces dar alguno" ha dicho Rivera. Y golpes habrá seguro en la legislatura que está a punto de empezar.