No es habitual escuchar al máximo responsable de los servicios de inteligencia desvelando detalles de sus misiones. "Mientras se bombardeaba Alepo, el CNI trataba de liberar a unos periodistas españoles", explicaba Félix Sanz Roldán, director del CNI.

Trabajan en secreto y sobre el terreno para luchar contra amenazas como el terrorismo yihadista. "Hay que estar en la yihad para ver quién se va, y ver su camino de vuelta y dónde se instala", afirma Sanz Roldán.

El director del CNI considera exagerada la cifra de 500 retornados que apuntaban algunas informaciones y afirma que serán 200. También señala a la integración como la principal cura para la radicalización: "Si logramos un plan para integrar a la sociedad musulmana, el terrorismo acabaría".

El director del CNI también ha confirmado el espionaje en Estados Unidos durante el periodo electoral: "Se ha entrado en las redes del Partido Demócrata y también del Republicano". Aunque dice que se desconocen los efectos que ha producido.

Son misiones de las que se encargan los más de 3.000 hombres y mujeres, que en silencio, trabajan para el CNI.