El arrestado se servía de un entramado societario en Dinamarca para evadir elevadas sumas de dinero para financiar la red de captación de combatientes para grupos terroristas como Dáesh y AQMI, informa el Ministerio del Interior.

Fruto de la intensa actividad de esta red de captación, probablemente la más activa desarticulada en España, se han incorporado a diferentes escenarios de conflicto al menos diez combatientes de varias nacionalidades entre los que se encuentran ciudadanos daneses, alemanes y españoles.

El entramado societario es de tal extensión y complejidad que tras cursar una comisión rogatoria internacional a las autoridades danesas hasta el momento se han identificado 24 empresas diferentes y se estima que el importe total defraudado supera los ocho millones de euros.

Los investigadores tratan ahora de determinar la extensión completa de la estructura que se oculta detrás de las numerosas sociedades, perfiles en redes e identidades virtuales y actividades concretas relacionadas con el envío de combatientes a zonas de conflicto en las que podrían haber participado.