Iba a ser una visita relámpago de horas y Sevilla llevaba más de un mes sacándose brillo, por encima de todo, se respiraba seguridad en el ambiente, pero al final Obama no irá a la ciudad andaluza. "El presidente Obama definitivamente no va a venir a Sevilla", lamenta Carmen Castreño, Primera Teniente de Alcalde Sevilla.

Es hora de volver a la normalidad. Las vallas ya comienzan a ser recogidas, los camiones se llevan las plataformas y el Alcázar está cerrado, sólo este sábado porque abrirá el próximo domingo. "Decepcionante, pero es comprensible", señala Isabel Rodríguez, directora del Alcázar de Sevilla. Por otro lado, disgusto también entre los ciudadanos. "Me acabo de enterar", explican. "No lo entiendo, Sevilla se merece más", declaran.

Además de la resignación de muchos, la revolución de ingenio sevillano inspirado en la visita de Barack Obama se ha ido al traste. "Sería un orgullo que los Obama pasaran por aquí", destacaban, pero no va a poder ser, ni los Obama verán los diseños exclusivos hechos por y para su visita, ni el presidente norteamericano podrá degustar un helado elaborado en su honor. "Es una representación que he hecho del plato por excelencia de la gastronomía americana", explica Joaquín Lirio, Maestro heladero la Fiorentina.

Veladores y coches de caballos salen ganando, al final, las restricciones no les afectan. "Nos ha venido de lujo, así nos dejan trabajar", detallan. Lo cierto es que Sevilla lleva días en la prensa internacional. "Estábamos en todos los telediarios del mundo", destaca Carmen Castreño. Aunque, eso sí, todos esperan tener otra oportunidad para conocer al presidente estadounidense.