Se cumplen cuatro años del esperado anuncio que hizo púbico José Luis Rodríguez Zapatero: "ETA ha decidido el cese definitivo de la actividad armada".

En la memoria quedan 43 años de muerte y de dolor y hasta el día del cuarto aniversario del cese de la violencia, Zapatero muestra su "satisfacción y recuerdo".

El primer gran golpe de efecto de la banda fue el asesinato de Carrero Blanco, todavía en tiempos de Franco. Y de ahí todo fue a peor y llegaron los 80, los años de plomo, atentados casi a diario, policías y guardias civiles asesinados por comandos como el Barcelona o el Donosti o el Madrid, con más de 80 muertos a cuestas.

Pero ETA fue más allá cuando en las casas cuartel mataron a niños, mujeres y otros familiares de guardias civiles, constituyendo el paso previo a lo que se llamó la socialización del dolor, o sea, que cualquiera fuera ya objetivo de ETA.

Con Miguel Ángel Blanco algo cambió en la sociedad, y nació el espíritu de Ermua. Pero si hay algo marca el inicio del fin de ETA es el atentado de la T4 en Barajas, en plena tregua, en 2006.

De ahí, al declive. Más de 400 miembros de ETA detenidos y los coletazos de una banda moribunda. Su último asesinato fue el de un gendarme francés, en el año 2010.