El Gobierno insiste en que el referéndum en Catalunya no se celebrará y cree que los actos como el del pasado domingo en el que Guardiola tuvo un papel principal solo tienen un objetivo: "provocar para que haya una reacción del Estado".

Además, ve victimista que Guardiola pidiera "el apoyo internacional contra los abusos de un sistema autoritario" para poder votar. Xavier García Albiol, presidente del PP en Catalunya, ve incoherente su mensaje porque "cuando jugaba para la Selección cobrando unas dietas millonarias, España no era un Estado autoritario".

El argumento del PP es el mismo que utiliza Ciudadanos, donde Inés Arrimadas añade que "es curioso que una persona que ha vivido en Catar y ha trabajado allí, no haya hecho ningún comentario despectivo al régimen".

Desde el PSOE, por su parte, Margarita Robles no entiende que no se haga autocrítica por la corrupción que ha habido en la comunidad.

Todas esas críticas no las entiende el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, quien las ve "muy injustas". En su opinión, Pep Guardiola pidió algo que "no es ningún crimen, que es que la gente vote".

Además, Puigdemont apunta que el gobierno es autoritario y no sólo en Catalunya. Podemos comparte este argumento pero con un matiz: "El PP es autoritario pero España no, el país está por encima del partido".