Golpe de efecto de Cristina Cifuentes tras el escándalo de su máster: denunciar ante la Fiscalía las irregularidades de la ruinosa Ciudad de la Justicia.

Unas irregularidades que la oposición lleva años denunciando y que no entienden que sea ahora cuando se da este paso. "Ya lo sabíamos, ya lo denunciamos; hasta ahora no se ha hecho nada", ha dicho Mercedes Gallizo, diputada del PSOE en la Asamblea de Madrid.

Creen que tras este intento de distracción se esconde un delito mucho más grave. "Encubrimiento clarísimo de irregularidades y presuntos delitos, ¿por qué ha cesado?", ha afirmado Eduardo Rodríguez, diputado de Podemos en la Asamblea de Madrid.

Les critican por haberles ignorado. Susana Solís, diputada de Ciudadanos en la Asamblea de Madrid, ha declarado que tras su informe, "el PP dijo que no había irregularidades y que sólo se hacía por la foto".

Con Cifuentes cada vez más acorralada por las pruebas, también se preguntan el por qué de esa defensa a la presidenta. "Habrá que preguntarle a Rajoy qué tiene que tapar para que Cifuentes no le permita pedir su dimisión; Cifuentes lleva 30 años en el PP, lo sabe todo", ha apuntado Albert Rivera, líder de Ciudadanos.

El macroproyecto encargado por Esperanza Aguirre ha supuesto un quebranto en las arcas públicas de hasta 130 millones de euros. Entre los gastos más llamativos, los casi 14 millones que se pagaron a Norman Foster por dos edificios que no se han construido; más de cinco millones en publicidad y tres millones en sueldos para una plantilla formada por siete jefes y sólo tres administrativos.