45 minutos antes del referéndum, el Govern ha cambiado las reglas para sortear el cierre de algunos puntos de votación.

Ha establecido un censo universal para que se puede votar en cualquier lugar, que ha sido desactivado inmediatamente por la Guardia Civil.

La solución en las mesas ha sido escribir a mano el nombres de las personas que se han acercado a votar. Una situación que ha sido descrita por el Gobierno como "auténtico paripé".

Ante el cierre de algunos colegios, la solución ha sido sacar las urnas a la calle. Así se ha podido ver a los ciudadanos votando sin control y sin sobres cerrados.

En algunos puntos de votación han tenido que reemplazar las urnas y buscar entre los votantes voluntarios para constituir las mesas.