En su primera aparición oficial después de su quinta operación de cadera,  el rey ha aparecido caminando con dificultad. A paso lento, muy lento y apoyado en sus dos muletas, que solo ha soltado, durante 6 minutos, para pronunciar su discurso.  Aunque, en ese momento se ha apoyado permanentemente en el atril.

El tono de su discurso, bajo, algún titubeo y dos equivocaciones.  Cuando tenía que decir “unos valores que han puesto de manifiesto los miembros de la Institución Militar, que han entregado su propia viada en el cumplimiento del deber” ha dicho “esa es la grandeza de la milicia, la vuestra” ycuando tenía que resaltar la grandeza de la milicia, ha hablado de la familia.

Un pequeño lapsus, en un discurso en el que también ha lanzado un mensaje de reconocimiento a las Fuerzas Armadas. Al acabar, lo primero que ha reclamado, han sido sus muletas. El Rey ha estado sentado durante toda la ceremonia y a su lado, acompañándole, los príncipes y la reina. Este año, de nuevo,  ha sido una Pascua Militar en versión reducida y tampoco se ha pasado revista a las tropas.