La presidenta del Parlament ha explicado que su renuncia a repetir en el cargo obedece a que el "nuevo momento político requiere una nueva figura libre de procesos judiciales", y ha defendido su labor en aras de la soberanía de la cámara y de permitir "todo debate parlamentario" y "sin censura".

"Puedo decir orgullosa que no nos hemos doblegado a la censura, no hemos cedido y nos hemos mantenido firmes en nuestras obligaciones de garantizar el debate parlamentario", ha dicho Forcadell en rueda de prensa en el Parlament, quien ha confirmado que mantendrá su acta de diputada por ERC y que no abandona la política pese a esta "decisión personal" de no repetir como presidenta del Parlament.

Forcadell, investigada y en libertad provisional en una causa por rebelión que instruye el Tribunal Supremo, ha argumentado que la "nueva etapa política", en la que se desconocen las iniciativas que puedan presentarse en la próxima legislatura, requiere que la persona que esté al frente de la cámara sea una "figura libre de procesos judiciales".

Esta nuevo presidente de la cámara debe estar, a su juicio, "en disposición de defender la soberanía" del Parlament, en un momento en el que los independentistas debaten si forzar el reglamento de la cámara catalana para investir telemáticamente a Carles Puigdemont

"El día que abramos la puerta a la censura no la podremos cerrar, y quien esté al frente de esta institución tiene que garantizar que todos los debates en la calle puedan entrar en la cámara", ha dicho.

En este sentido, Forcadell ha defendido su actuación como presidenta del Parlament en aras de la soberanía de la cámara catalana: "He actuado siempre para defender la libertad de iniciativa y el derecho de liberad de expresión de los diputados, he actuado como corresponde", ha subrayado.

Así, y ante la "fobia" del Gobierno y del Estado a "la palabra y el diálogo", Forcadell ha señalado que en "principal reto" de la pasada legislatura fue el de "preservar" la soberanía del Parlament, algo que a su juicio se logró hasta la disolución del Parlament con la aplicación del 155.

No obstante, Forcadell ha admitido que "se han traspasado algunas líneas rojas" desde el punto de vista "político", que no personal, y que se pueden haber cometido "errores", porque "las cosas siempre se pueden hacer mejor".