Carles Puigdemont salió de la cárcel de Neumünster (Alemania), exigió la libertad de todos sus compañeros que siguen en prisión y consideró que es "una vergüenza para Europa" que existan "presos políticos".

En una declaración ante los medios nada más abandonar el centro penitenciario, Puigdemont aseguró que su lucha "es por la democracia" y afirmó que el conflicto catalán no es un asunto interno de España, sino que concierne a todos los ciudadanos europeos.

El líder independentista consideró que ha llegado el momento del diálogo y recalcó que ellos siempre lo han ofrecido, aunque han recibo una respuesta "represiva". "Es hora de hacer política", manifestó, convencido de que, después de que la Audiencia Territorial de Schleswig-Holstein descartara extraditarlo por el delito de rebelión, "no hay excusas" para que las autoridades españolas no busquen una solución política.

El expresidente de la Generalitat de Cataluña agradeció todas las muestras de "apoyo" y "solidaridad" recibidas desde distintos puntos del mundo mientras ha estado en la cárcel, detenido en aplicación de una euroorden dictada por España.

"Quiero agradecer a todos por el apoyo y la solidaridad que he recibido", dijo en alemán antes de pasar el inglés para leer su declaración. Tras señalar que necesitará semanas para responder a todos los mensajes de apoyo recibidos, agradeció también al personal de la cárcel por su profesionalidad y por el respeto con el que ha sido tratado.

La justicia española emitió una orden europea de detención contra Puigdemont por un delito de rebelión y malversación de fondos durante el proceso independentista en Cataluña. Sin embargo, la audiencia de Schleswig-Holstein desestimó para la extradición el delito de rebelión y lo dejó en libertad bajo fianza mientras estudia la entrega a España por malversación.