El Pleno ha aprobado por unanimidad de los grupos políticos la supresión de veintisiete honores y distinciones concedidos por la ciudad desde el 18 de julio de 1936, tras el estallido de la Guerra Civil.

El objetivo es cumplir con la Ley de la Memoria Histórica, pues se trata de reconocimientos a militares y religiosos que colaboraron con el levantamiento militar o apoyaron la dictadura.

También a alcaldes, gobernadores civiles y ministros durante el franquismo, todos ellos identificados en el informe elaborado por una comisión de expertos con criterios "académicos e históricos".

Con el acuerdo plenario se retira de manera automática el título honorífico de Alcalde Honorario a Francisco Franco, así como otros títulos de Hijo Predilecto, Adoptivo, Vecino Esclarecido o Burgalés de Pro a figuras como el general Dávila o Federico García Sanchís.

Del mismo modo, Carmen Polo deja de ser Noble Dama de la Cabeza de Castilla y Burgalesa de Honor, y se retiran trece Medallas de Oro y cuatro Medallas de Plata. Franco, Luis Carrero Blanco, Fernando Dancausa o Manuel Yllera se han quedado sin estos últimos reconocimientos.