Hermenegildo, encargado de obras del ayuntamiento de Mejorada del Campo, recuerda cómo vivió el rescate del niño y sigue emocionándose. "Cuando vimos a la criatura, Dios mío, nos abrazamos, lloramos no sé si de rabia, de que estaba vivo, y la Guardia Civil lo cogió y salió zumbando", comenta el trabajador del ayuntamiento.

Fue testigo de la escena porque es el responsable de obras y servicios del Ayuntamiento. Desde su experiencia, cree que hubo milagro gracias al momento elegido por la madre para arrojar al bebé al contenedor: "La persona que lo arrojó lo hizo de madrugada. Porque no había bolsas encima, de haberlas, se habría asfixiado".

La primera idea de Hermenegildo, al igual que otros vecinos, fue quedarse con el pequeño, pero Juanes ya tiene una familia de acogida. Su padre y sus hermanos podrán visitar al pequeño mientras la Consejería de Asuntos Sociales elabora el informe que concluirá si el bebé puede volver con ellos.

Catalina, la madre del niño, ahora se enfrenta a entre 15 y 20 años de prisión, acusada de un delito de asesinato en grado de tentativa. Durante el embarazo, podría haber escondido la tripa por miedo de perder su trabajo o por su pareja, que le reprochaba el embarazo.