El Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat y el Gobierno han acordado incrementar el uso de obstáculos móviles en lugares con gran concentración de personas de la ciudad y estudiar medidas permanentes en algunos, como peatonalizar calles y colocar obstáculos fijos, para intentar evitar nuevos atentados.

Lo han anunciado tras una reunión extraordinaria de la Junta Local de Seguridad, presidida por la alcaldesa, Ada Colau, y a la que han asistido el delegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo, y el conseller de Interior de la Generalitat, Joaquim Forn.

También se trabajará para mejorar la calidad y la definición de las cámaras de videovigilancia, crear un grupo específico para analizar riesgos, impulsar una nueva sala conjunta de prevención y gestión de emergencias --en el antiguo Palau d'Esports-- y reforzar la formación en detección de radicalismos y gestión de emergencias.