En total, más de 12 millones desde sus cuentas en España a Suiza; y de ahí, incluso, a Singapur, en el caso del constructor. La relación con el país helvético era tan fluida que, para no perder detalle, Marjaliza anotaba a mano los diferentes envíos que hacía a cada una de sus cuentas.

El sumario también recoge operaciones de compraventa de acciones allí como una en la que, junto al precio declarado, aparece otro 'no oficial', mucho mayor. Un vínculo, el del empresario con Suiza, que se rompió solo dos semanas antes de que levantase el secreto bancario.

Entonces su gestor le recomendó acogerse a la amnistía fiscal de Montoro, pero en un primer momento se negó: "Después de mi recomendación en los últimos meses para que él participase en la amnistíaél, decidió de transferir sus activos a otro banco y otros países", reza el escrito.

Entre esos países, Marjaliza se dejó seducir por las ventajas de Bahamas, según acreditan los investigadores en un documento: "Confirman a Marjaliza la disponibilidad de su cuenta en Rocko Holdings (...) que puede proporcionar ventajas fiscales, secreto bancario y gestión de activos".

Aunque también llegó a abrir una sociedad en Costa Rica, donde gozaría de "una mayor discreción". Es solo una de las 150 en las que participó y con las que habría amasado un patrimonio de más de 33 millones de euros.