Fue en 2015 cuando el Gobierno abrió paso a la prisión permanente revisable. "Se justifica la proliferación de delitos gravísimos, especialmente en materia de terrorismo y en delitos contra la vida y contra la libertad sexual", declaró en presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

Una medida para casos de extrema gravedad que los populares sacaron adelante en solitario y que fue recurrida ante el Constitucional.

El Congreso tramita desde octubre una Proposición de ley, por iniciativa del PNV para anular esta figura del código penal que consideran una cadena perpetua encubierta. Es una cadena perpetua, el fondo de la prisión tiene que ser la reinserción social", afirma Aitor Esteban, portavoz del PNV.

Propuesta apoyada por todos los partidos de izquierdas. Desde Podemos hablan de no confundir venganza con leyes: "No podemos convertir los legítimos sentimientos de venganza que todos sentiríamos en una política pena hace falta un sistema eficaz".

El partido socialista también se posiciona a favor de su derogación y reclama además prudencia a la hora de reformar el código penal. "Son debates que hay que hacer con mucha calma y mucha prudencia", declara Carmen Calo, secretaria de Igualdad del PSOE.

Sin embargo, en la otra cara de la moneda. Ciudadanos, que en un principio se abstuvo a su revocación, ahora rectifica, endurece su postura y pide una prisión permanente más severa.

José Manuel Villegas, ha asegurado que quieren "endurecer las condiciones de acceso a tercer grado", ya que hay casos de violadores "que han reincidido aprovechándolo". El partido de Albert Rivera anunció una enmienda a la totalidad de la iniciativa del PNV.