El Consejo de Ministros ha aprobado el cese en bloque a los embajadores en Italia, Javier Elorza; Rusia, José Ignacio Carbajal; Guinea Ecuatorial, Arturo Spiegelberg; Arabia Saudí, Joaquín Pérez-Villanueva e Indonesia, Francisco José Viqueira, según ha publicado el Boletín Oficial del Estado (BOE).

Todos ellos cumplieron los 70 años, la edad máxima a la que puede jubilarse un funcionario, estando el Gobierno en funciones, que no los cesó con el argumento de que, precisamente por la situación de interinidad, no iba a poder nombrar a sus sustitutos y la Embajada siempre estaría mejor atendida con el embajador al frente que sin él.

Parte de la Carrera Diplomática critica esta decisión, al considerar que mina la previsibilidad en este cuerpo de funcionarios. Pero lo que ha desconcertado aun más a los diplomáticos es comprobar la existencia de un doble criterio pues, con el Ejecutivo con plenos poderes, los embajadores prorrogados siguen en sus puestos mientras se ha cesado a dos en cuanto han cumplido los 70 años (Ramón Gandarías, en Colombia y Eduardo de Laiglesia en Bangladesh).

Hasta este año, sólo existía un precedente de un embajador prorrogado en su puesto pese a haber llegado a la edad de jubilación forzosa, el de Carlos Westendorp al frente de la Embajada en Washington, en tiempos del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que por entonces no mantenía unas buenas relaciones con la Administración de George W.Bush.

La diferencia es que en aquella ocasión la prolongación del mandato de Westendorp se publicó en el BOE. En los cinco casos anteriormente citados no, por no considerarse necesario, ha explicado un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación.