A principios de 2006, la empresa del marido de Aguirre atravesaba un momento muy delicado. ¿Qué hizo entonces? Pidió un importante préstamo que los bancos le concedieron, a pesar de sus números rojos.

Sin embargo, en lugar de destinarlo a sanear las cuentas de la sociedad, los invirtió en Bolsa, según publica 'Infolibre'.

Savial SL acumulaba pérdidas los últimos años y una deuda galopante. Además, tenía por ley la obligación de reequilibrar su situación patrimonial o disolverse.

Ramírez de Haro no lo hizo. Y en 2006 y 2007, destinó más de 3 millones a la "compra de acciones".

Esperanza Aguirre, que cofundó la sociedad con una participación del 39%, se ha negado a dar explicaciones. "A preguntas machistas no respondo (...) Y es machista porque se refiere a mi marido".

Hasta hace poco no le parecía tan machista preguntar por los cónyuges. "Señora Carmena, ¿cómo se siente cuando los arquitectos contratados por su marido se quedan sin cobrar?", le preguntó a Carmena en 2015.

Otra contradicción que se suma a la de reclamar el fin de las subvenciones. La empresa que ella misma fundó ha recibido más de 4 millones en ayudas públicas desde su creación.