Así lo han indicado fuentes de la investigación que han explicado que la Guardia Civil prosiguió las pesquisas sobre este atentado, aún sin revolver, con una copia de un manuscrito de la banda y cuyo original se entregó después porque forma parte de la documentación que Francia entregó a España en febrero.

Este manuscrito contiene información sobre la autoría del atentado perpetrado por ETA que colocó el 22 de octubre de 2000 una bomba lapa con dos kilos de explosivos en los bajos del coche del funcionario.

Este manuscrito podría ser tan relevante como para que la Audiencia Nacional se haya planteado reabrir la causa, ya que por primera vez se podría aportar un documento original de la banda en un crimen sin resolver. De hecho, algunas asociaciones de víctimas han indicado que, si es así, se personarán en el proceso.