En un comunicado, sus abogadas explican que la denuncia, firmada por una treintena de víctimas es por no asistencia a personas en peligro y parte de la base de que si los militares hubieran actuado, el atentado de ese 13 de noviembre de 2015 podría haber sido menos sangrienta.

La acción judicial busca "establecer claramente todas las responsabilidades y saber de forma precisa cuáles son las misiones de (la operación de seguridad) Sentinelle, si no lo es intervenir cuando se ataca a civiles con armas de guerra", dice la nota.

"Lo que nos interesa no son cabezas, son respuestas", señaló la letrada Samia Maktouf en una entrevista a la emisora 'France Info'.

Se trata -añadió Maktouf- de saber "por qué se impidió" que los ocho militares que llegaron al exterior del Bataclan intervinieran "para intentar neutralizar a los terroristas" que habían penetrado en el interior armados de fusiles kaláshnikov.

Noventa personas murieron y varios cientos resultaron heridas por los disparos de tres yihadistas, que estaban coordinados con otros grupos que casi simultáneamente atentaban en otros puntos de París. En total hubo 130 muertos.

Un oficial de la policía, que acudió porque había recibido una alerta, les pidió que intervinieran, pero los soldados, que formaban parte de la fuerza Sentinelle que patrulla por las calles para evitar actos terroristas, respondieron que no habían recibido órdenes para eso y tampoco les prestaron sus fusiles.

El policía penetró en el Bataclan y, armado de su pistola, consiguió neutralizar a uno de los terroristas. Los otros dos se replegaron entonces con varios rehenes y la masacre, en la práctica, cesó. Fueron abatidos por los refuerzos de las fuerzas del orden que llegaron más tarde.