Los países caribeños ya saben cómo se las gasta Irma, y es que el paso del huracán ha dejado en total 25 víctimas mortales y miles de damnificados por la lluvia, el viento y el oleaje.

En Cuba, las fuertes rachas de viento han dejado las calles desiertas con caída de tejas y árboles, mientras que las olas han saltado el Malecón.

Los turistas han pasado el huracán en los hoteles, siguiendo su evolución. El gobierno cubano ha evacuado a 10.000 visitantes extranjeros, para alejarlos de las zonas más próximas a Irma.

Al norte de Cuba, en las islas Turcas y Caicos, les queda un duro trabajo por delante para poder volver a la normalidad. En Haití, por su parte, el agua ha inundado pueblos enteros y la gente intenta salvar lo poco que el huracán les ha dejado.

Con el agua hasta las rodillas, achican el agua del interior de sus hogares en una zona donde las rachas de viento de Irma han llegado hasta los 290 kilómetros por hora, arrancando de cuajo decenas de árboles en Puerto Rico y dejando dos muertos en esta isla.

La peor parte del huracán se la han llevado las islas de Antigua y Barbuda, donde la destrucción "no tiene precedentes". Desde el aire, la imagen recuerda a la destrucción causada por una guerra, con barrios enteros destruidos.

La Cruz Roja internacional dice que Irma ha afectado en total a un 1,2 millones de personas. Y ahora llega el huracán José.