El féretro con el cuerpo de Ignacio Echeverría fue recibido y condecorado en España por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que le impuso la Gran Cruz del Mérito Civil. Sus restos mortales han sido enterrados a mediodía.

Al sepelio también han acudido el consejero de Transportes de la Comunidad de Madrid, Pedro Rollán, en representación del Gobierno autonómico, y el portavoz de Ciudadanos (Cs) en esta región, Ignacio Aguado.

A su llegada a la parroquia, la esposa de un primo del padre del joven fallecido ha valorado la "entereza" que está mostrando la familia: "Pensando que tu hijo está en Londres, tengo hijos de esa edad, un poco más pequeños... Y que de repente no les veas...", ha lamentado.

Por su parte, un vecino de Las Rozas ha considerado que Echeverría "es como si fuera un poco tu hijo...". "Me siento identificado totalmente, tengo pena y dolor, y rabia también. Vengo a acompañar a la familia, me sentía con el deber de hacerlo", ha referido.

El padre de un antiguo compañero de Ignacio Echeverría ha ensalzado el acto de valor que tuvo al tratar de defender a una víctima del atentado frente a los terroristas: "No todos los días tenemos un héroe así. Es importantísimo lo que nos ha enseñado este chico", ha dicho. También otro vecino ha celebrado su "ejemplo a seguir", la "antítesis del egocentrismo".

Según su testimonio, los padres están enteros y satisfechos de ver cómo han educado a su hijo, con una fuerza "increíble, admirable y contagiosa".

Por su parte, a la misma hora en la que el horror invadía Londres, días después nació una cadena humana que iba de punta a punta de la capital británica. Allí se homenajeó a todas las víctimas del último atentado yihadista en Europa; y, en especial, a Ignacio.

También hasta allí se acercaron los amigos que vivieron el atentado con el joven español. Han dejado este skate para recordar que "algunos héroes van en monopatín". Esa fue el arma con la que Echeverría se enfrentó a los tres terroristas para defender a una mujer.

La descripción podría encajar con la de Sara Zelenak, australiana de 21 años. Es una de las ocho personas asesinadas a la que también recordaron en los homenajes de Londres.