Macron lo tenía todo preparado para meterse a Trump en el bolsillo. Sabe que le encanta la pompa militar, por eso le invitó al desfile del día de la Bastilla. Pero hay más, a Macron le delata su sonrisa, se ha guardado una sorpresa.

Primeros acordes de la banda militar, y no es preciosamente música castrense. Trump parece no darse cuenta, hasta que llega el estribillo: es 'Get lucky' la canción de la banda francesa Daft Punk con el cantante estadounidense Pharrel Williams, un guiño a la relación entre los dos países.

El presidente galo se ha colocado en cabeza de su tour particular, el de amigo europeo de Trump pero con el presidente de Estados Unidos nunca se puede cantar victoria.

Llega la despedida y el apretón de manos. El francés parece señalarle algo y Trump aprovecha para tirar de él. Macron se recompone rápido pero Trump sigue, le acerca para un apretón de manos en plan amigos, pero mostrando quién manda. Es un gesto habitual en él.

Toca despedirse de la primera dama francesa, le da dos besos, pero sigue sin soltar a su homólogo galo. Ahora el apretón es a dos manos, último intercambio de palabras, último tirón y por fin suelta.

Parece que Trump se ha tomado la revancha por este tenso apretón de manos del G7.