El portavoz militar Rida Issa ha asegurado que el barrio Número Uno ha sido "completamente liberado", aunque las fuerzas libias, apoyadas desde el aire por la coalición internacional que lidera Estados Unidos, están terminando de "limpiar" los remanentes del Estado Islámico.

Esta pequeña victoria llega un día después de que las tropas libias hicieran importantes avances en el centro de Sirte, lo que costó la vida a 35 combatientes y dejó heridos a más de 200, la mayoría a causa de las minas antipersona, los coches bomba y la artillería.

Las fuerzas libias han retomado la ofensiva final tras una semana de pausa en los combates con la que, según explicaron sus portavoces, pretendían dar a las mujeres y niños del Estado Islámico la oportunidad de abandonar Sirte.

Brigadas libias, formadas en su mayoría por combatientes procedentes de Misrata, lanzaron en mayo una ofensiva sobre Sirte que avanzó lentamente, a causa de los francotiradores y las minas antipersona, hasta agosto, cuando comenzaron los bombardeos de Estados Unidos.

La toma de Sirte es clave para derrotar a la organización terrorista en Libia, ya que la ciudad es el principal refugio de los milicianos de negro en el país, con un escaso peso en otras localidades donde están presentes, como Derna.