Encerrados sólo por ser migrantes. Llegaron a Libia para intentar cruzar a Europa y han acabado en centros de detención en condiciones inhumanas.

"Son centros que están abarrotados. Tienen menos de medio metro de espacio por persona, muchas veces no tienen ni un litro de agua al día por persona, se han dado casos de desnutrición en adultos", explica Raquel González, delegada de Médicos Sin Fronteras en Madrid.

"Les someten a torturas, les pegan palizas, las mujeres son violadas y si intentan escapar se han dado casos en los que han sido directamente asesinados", relata Olatz Cacho,portavoz de Amnistía Internacional

Es el destino que les espera a quienes son interceptados en aguas del Mediterráneo y devueltos a Libia y pese a ello, la Unión Europea ha reforzado su cooperación con la guardia costera libia para evitar la llegada de migrantes.

"La hipocresía de la UE que acuerda con el gobierno libio dejar a las personas sometidas a estas situaciones de derechos humanos que no puede describirse de ninguna otra manera que un infierno"denuncia Olatz Cacho.

A la crítica se sumaba esta semana Naciones Unidas. "Las crecientes intervenciones de la UE y sus estados miembros no han hecho nada para reducir los niveles de abuso que sufren los migrantes", criticaba Jeremy Laurence, portavoz del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU.

Desde Bruselas replican que la culpa no es suya. No es la acción de la UE la que ha creado el sistema inhumano en Libia. Nuestra prioridad ha sido y seguirá siendo proteger vidas", fueron las palabras Catherine Ray, portavoz del servicio diplomático europeo.

Pero si realmente ese es el objetivo, dicen las ONG, la solución es otra. "La habilitación de vías legales para poder llegar a países seguros", defienden desde Médicos Sin Fronteras.

Hasta que eso pase, quienes buscan una vida mejor seguirán atrapados en ese agujero negro en el que se ha convertido Libia.