La Armada Argentina anunció que se trató de un "cortocircuito" en la batería, lo que obligó a "cambiar la derrota" (rumbo) y dirigirse directamente hacia Mar del Plata, lugar al que hubiera llegado este lunes si el viaje hubiera sido normal.

Las últimas señales del buque, que había partido el lunes del austral puerto de Ushuaia y se dirigía de regreso a su base, en la localidad de Mar del Plata, al sur de la provincia de Buenos Aires, se recibieron la madrugada del pasado miércoles. Pasado un tiempo prudencial sin tener comunicación se puso en marcha el protocolo de búsqueda la madrugada del jueves.

El capitán de navío Gabriel Galeazzi explicó a medios de comunicación que el miércoles de la desaparición del submarino el buque salió a superficie y comunicó la avería.

"Por eso el Comando de la Fuerza de Submarinos, que era su control en tierra, le dice que cambie la derrota y que venga para Mar del Plata", explicó Galeazzi.

El portavoz de la Armada Argentina, Enrique Balbi, indicó que la incidencia era un principio de avería eléctrico, a pesar de lo cual, el submarino navegó hacia Mar del Plata.

También afirmó que las comunicaciones satelitales sobre las que había informado el Ministerio de Defensa "no eran del submarino" buscado, según se comprobó al hacer un "análisis detallado de todos las unidades que usan ese tipo de comunicación".

"Evidentemente ha sido una información que ha afectado a las familias, porque uno siempre tiene esa esperanza de que haya un dato más", aseveró.

Informó de que a pesar del temporal que está dificultando las labores de rastreo la búsqueda no se suspendió y que el rastreo desde el aire se mantiene durante 24 horas al día.

El presidente de Argentina, Mauricio Macri, acudió hoy a la base naval de Mar del Plata, destino al que tenía que llegar el ARA San Juan tras salir del puerto sureño de Ushuaia el pasado lunes y donde se instalaron el pasado viernes familiares de los 44 tripulantes.