Reporteros sin Fronteras denuncia en su último informe que el grupo yihadista Daesh (acrónimo de Estado Islámico) puso en marcha en 2014 "una industria sangrienta" de secuestros y ejecuciones de periodistas, cuyo punto "álgido" fueron las decapitaciones de los reporteros estadounidenses James Foley y Steve Sotloff.

Siria se convirtió en 2013 en el país más peligroso para los informadores, después de que más de la mitad de los 87 secuestros de periodistas que se registraron ese año en el mundo tuvieran lugar allí. Entre ellos, los de los españoles Javier Espinosa y Ricardo García Vilanova, liberados el 30 de marzo de 2014 tras más de seis meses de secuestro.

Unos días antes, el 2 de marzo de 2014, quedaba en libertad el corresponsal de El Periódico de Catalunya Marc Marginedas, secuestrado seis meses antes en los alrededores de la ciudad de Hama, en el centro de Siria, por yihadistas del Estado Islámico de Irak y del Levante (EIIL).

Espinosa, periodista del diario El Mundo, y el fotógrafo 'freelance' Ricargo García Vilanova también fueron secuestrados por el EIIL en un puesto de control de Tal Abyad, en la provincia de Raqqa, fronteriza con Turquía.