La historia de Charles Kinsey, un trabajador de un centro de salud mental en Miami, Estados Unidos, está dando la vuelta al mundo. Kinsey se encontraba en su puesto de trabajo cuando un joven de 23 años autista del que cuidaba se escapó del centro. El empleado, tras salir a la calle en su busca, lo encontró en el suelo de una carretera divirtiéndose con un camión de juguete.

Hasta ese momento no parece tener mayor peligro, pero todo cambia cuando el joven Kinsey recibe hasta tres disparos en una pierna de un oficial de policía de North Miami. Una desconcertante escena que está conmocionando en las redes sociales tras la publicación de un vídeo en el que se muestra el terrible suceso.

Hilton Napoleón, abogado de la víctima, cuyas heridas no revisten de gravedad, ha explicado los detalles del incidente. "Él levanta las manos y les dice: 'No me disparen', pero ellos le dicen que se acueste en el suelo, de modo que él lo hace. Está tirado de espaldas, con las manos levantadas, tratando de convencer al otro hombre de que se acueste en el suelo. Esto no tiene ningún sentido".

Kinsey ha declarado durante una entrevista con 'WSVN-Channel 7' que tras dispararle los agentes de policía se acercaron, lo pusieron boca abajo y lo esposaron. Además, ha destacado que su conversación con uno de los policías antes de recibir los disparos. "Señor, no hay necesidad de usar armas de fuego”, ha detallado el afectado. "Fue algo muy sorpresivo. Fue como una picada de mosquito". Además, el joven cuidador ha señalado que cuando le preguntó al agente los motivos por los que le había disparado, este le contestó: "No sé".

Por su parte, el agente Neal Cuevas ha declarado que los policías habían recibido una llamada del 911 en la que se explicaba que había un hombre en la calle con un arma amenazando con matarse, por lo que se trasladaron al lugar donde encontraron al joven autista en el suelo y tras no seguir las instrucciones que los agentes le decían uno de ellos disparó tres veces, hiriendo a Kinsey en la pierna. Además, ha señalado que la investigación ha sido pasada a la Fiscalía estatal de Miami-Dade.