Los resultados oficiales han confirmado que el Partido Democrático Liberal (PDL) de Abe y su partido aliado, Nuevo Komeito, tienen ya garantizados 312 de los 465 escaños de la cámara baja lo que confirma que la apuesta de Abe por las elecciones anticipadas ha sido un acierto. Sin embargo, en 2014 ambos partidos sumaban 325 escaños. "Estamos muy agradecidos por el mandato que han dado al Gobierno, pero vamos a ser cautos para no ser arrogantes", ha afirmado el secretario general del PDL, Toshihiro Nikai, citado por el diario nipón 'The Japan Times'.

En cambio, el Partido de la Esperanza de la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, favorita para rivalizar con Abe e impedir una mayoría cualificada PDL-Nuevo Komeito, se ha quedado en 58 escaños, apenas el mismo resultado que en las elecciones de 2014, incluso, sumando los escaños del partido afín Nippon Ishin. La propia Koike ha reconocido la derrota y ha pedido tiempo. "Es un resultado muy duro", ha declarado desde París, donde se encuentra para participar en una conferencia sobre cambio climático.

Este resultado del Partido de la Esperanza contrasta con el del Partido Democrático Constitucional de Japón (PDCJ), de centro izquierda, que pasa de 16 a 58 escaños sumando a sus aliados del Partido Comunista de Japón y del Partido Socialdemócrata de Japón. El PDCJ, creado el pasado 2 de octubre, ha basado su campaña en la defensa de la "restauración de la decencia en política".

Todo apunta a que Abe se presentará el año que viene a un tercer mandato al frente del PDL, un hecho sin precedentes en la historia del partido. Así, podría mantenerse en el Gobierno hasta 2021 y convertirse en el primer ministro que más tiempo esté en el poder, lo que facilitará su proyecto de reforma del Artículo 9 de la Constitución que establece el carácter pacifista de Japón. Sin embargo, la sociedad está dividida al respecto y una encuesta publicada el pasado martes por el periódico japonés 'Asahi Shimbun' revela que el 51% de la población rechaza que Abe siga como primer ministro, mientras que el 34% le apoya.

La participación dos horas antes del cierre de urnas era del 29,99%, unos cinco puntos menos que en las anteriores elecciones legislativas, debido en gran parte a la lluvia provocada en gran parte del archipiélago japonés por la llegada del tifón 'Lan', considerado un aliado político inesperado de Abe, ya que tradicionalmente la abstención favorece al PDL.