En un comunicado, el Ministerio de Transportes detalló que los dos cadáveres fueron encontrados en una zona de la cubierta del buque Sanchi que no está afectada por las llamas y a la que se pudo acceder debido al cambio de dirección del viento, que evitó que el humo tóxico afectara al equipo de salvamento.

En un vídeo difundido por las autoridades chinas, se puede ver cómo cuatro rescatistas acceden a la zona de la cubierta del buque con la ayuda de una grúa, con la que posteriormente trasladan a las dos víctimas. También se intentó acceder a una de las salas internas del buque, pero las altas temperaturas provocadas por el incendio que sigue afectando a una parte del buque lo impidieron, añadió el comunicado.

China cuenta con el apoyo de unidades japonesas, surcoreanas e iraníes en las operaciones de rescate de los 31 marineros desaparecidos (29 iraníes y dos bengalíes) tras la colisión. La Guardia Costera de Japón informó de que el navío llegó a la zona económica exclusiva ZEE japonesa y un día después se encontraba a unos 300 kilómetros al noroeste de las islas Amami (sudoeste del archipiélago) empujado por los fuertes vientos.

En un principio había 32 tripulantes del Sanchi desaparecidos, pero fue rescatado el cuerpo sin vida de una persona, que las autoridades iraníes reconocieron como de su nacionalidad. El petrolero iraní colisionó con el carguero CF Crystal, registrado en Hong Kong, cuyos 21 tripulantes, todos de nacionalidad china, pudieron ser rescatados.

El Sanchi, registrado en Panamá, transportaba 136.000 toneladas de petróleo condensado formado por una mezcla de hidrocarburos recuperados durante el procesamiento del gas natural. Aunque todavía es pronto para hablar del impacto ambiental, Greenpeace alertó de que un gran volumen de derrame de condensado podría suponer un riesgo de toxificación de especies de gran consumo en China como la corvina amarilla o la caballa.