La oposición venezolana saca las urnas a la calle para una consulta popular sobre la reforma constitucional impulsada por el Gobierno y que ellos consideran ilegal. Preguntan si se rechaza ese proceso, si las Fuerzas Armadas deben ponerse del lado de la ley y si se deben convocar elecciones para reemplazar a Maduro.

El presidente venezolano denuncia que ese plebiscito es inconstitucional porque no lo convoca ni lo supervisa el organismo oficial que ostenta el poder electoral. "Nadie puede pretender instalar un estado paralelo, ilegal, inconstitucional, improvisado", asegura Nicolás Maduro.

El Gobierno insiste en que el plebiscito no es vinculante, pero la oposición discrepa y así se lo trasladó Leopoldo López a José Luis Rodríguez Zapatero cuando le visitó. Creen que el resultado de la consulta les legitimará para ir a por todas.

"Podemos nombrar, incluso, un presidente desde la Asamblea Nacional porque se le declaró el abandono del cargo a Nicolás Maduro", explica Luis Florido, diputado de la oposición venezolana. Apelan también al Ejército: "Para ser garantes de la Constitución tienen que respaldar lo que el pueblo decida".

Cuando los periodistas le preguntan a Luis Florido en qué se concreta esa garantía de la Constitución, si es en desalojar del Palacio de Miraflores al presidente Maduro si es revocado por la Asamblea. Florido asegura que "desalojar a Maduro de manera abrupta sería un golpe de Estado, pero desalojarlo por el poder del pueblo, votando por eso, ya es otra cosa, eso es democracia".

Insisten en llevar adelante unas elecciones generales para cambiar el Gobierno. Desde el Ejecutivo venezolano responden que la ley no prevé la convocatoria de elecciones anticipadas y acusan a la oposición de querer alentar la violencia.