En la cabina de un camión se las prometía muy felices. El día para cumplir una de sus grandes promesas electorales, eliminar el 'Obamacare', había llegado. Así se lo garantizaba a los fabricantes de camiones: "El Congreso vota hoy el rechazo y la sustitución del desastre conocido como 'Obamacare', anunciaba Trump.

Pero las horas pasaban y nadie convocaba la votación. El ala más ultra de los republicanos no aceptaba el nuevo plan de Trump. Más de 22 congresistas, de su propio bando, incluso con amenazas, se negaban a apoyarlo.

Los pesos pesados del gobierno de Trump, a puerta cerrada, intentaron convencer a los díscolos para eliminar el 'Obamacare', justo cuando se cumplían siete años de su entrada en vigor pero fracasaron estrepitosamente. "La votación será mañana", decían.

Jarro de agua fría para Trump y victoria para Obama, que a través de un comunicado, defendía su plan sanitario, que ha beneficiado a más más de 20 millones de estadounidenses en los últimos siete años.