"El cese al fuego de hostilidades y bilateral quiere decir que el ELN tiene que dejar de secuestrar, de reclutar menores, de sembrar minas, de atacar a nuestra infraestructura y, por supuesto, cesar toda acción ofensiva contra nuestras Fuerzas Armadas y de Policía", dijo Santos tras suscribir el decreto.

El presidente confió en que "ojalá este cese al fuego y de hostilidades temporal, que termina el 9 de enero, pueda ser renovado y sea el primer paso para lograr la paz con este grupo guerrillero".

El pasado 4 de septiembre, cuando el Gobierno y el ELN anunciaron en Quito, sede de los diálogos de paz, el acuerdo para el cese el fuego bilateral, Santos dijo que estaría vigente hasta el 12 de enero de 2018, pero precisó que será hasta el día 9 de ese mes.

El jefe de Estado explicó que esta medida regirá "a partir de las cero horas del domingo 1 de octubre" y que es la primera de su tipo que suscribe el ELN en su historia.

"Este cese al fuego y de hostilidades se hace con un propósito humanitario, para proteger a la población civil, para defender sus derechos y libertades", agregó el gobernante. Aclaró que pese a que se firmó ese cese al fuego las Fuerzas Armadas y la Policía seguirán cumpliendo con sus deberes constitucionales en todo el territorio nacional.