Los ciudadanos que sean descubiertos por segunda vez portando ácidos u otras sustancias corrosivas en vías públicas sin una justificación adecuada afrontarán penas de un mínimo de seis meses de cárcel en el Reino Unido, según una propuesta gubernamental.

El Gobierno conservador de la primera ministra, Theresa May, anunció hace unos días que tipificaría como delito la posesión en vía pública de una sustancia corrosiva sin motivo aparente, y precisa que las personas reincidentes se enfrentarán a penas de cárcel.

Así, los adultos descubiertos dos veces con ese tipo de sustancias podrán ser castigados con un mínimo de seis meses de cárcel, mientras que los menores de edad afrontarán cuatro meses de internamiento y rehabilitación.

La medida, destinada a frenar el incremento de los ataques con ácido en los últimos años, es similar a la que ya existe en relación con la posesión de cuchillos, que contempla asimismo penas de cárcel para quienes son descubiertos dos veces en posesión de arma blanca (incluso si no la han utilizado).

El documento gubernamental, resultante de un periodo de consulta y que fundamentará una nueva legislación, también establece que los minoristas que vendan cuchillos por internet no podrán entregarlos por correo, sino que el comprador deberá recogerlos en persona para poder identificarse y demostrar su mayoría de edad.

La ministra del Interior, Amber Rudd, subrayó la importancia de "restringir el acceso a armas y combatir a aquellos que portan ácidos con la intención de hacer daño". La portavoz de Interior del opositor Partido Laborista, Diane Abbott, advirtió sin embargo de que la nueva legislación "tendrá un efecto muy limitado sino hay suficientes agentes patrullando las calles".