Las autoridades portuguesas mantienen intacto el operativo desplegado para combatir las llamas ante el riesgo de que el fuego, ya controlado, pueda reactivarse en el municipio de Góis.

El comandante Carlos Tavares, de Protección Civil, dijo a periodistas en Góis que no se reducirán los más de 1.160 efectivos terrestres en la zona porque hay un "riesgo muy elevado de incendio y puede haber reactivaciones fuertes".

"No podemos bajar la guardia, no podemos disminuir ningún medio terrestre. Mantendremos el dispositivo", aseguró.

Tavares explicó que los puntos más peligrosos se encuentran entre Góis y el municipio de Pampilhosa da Serra, también en el centro del país, donde los bomberos ponen ahora toda su atención apoyados por aviones pesados y helicópteros.

Las llamas en Góis fueron dadas por controladas a primera hora de la mañana, quedando así oficialmente bajo control la totalidad del devastador incendio.

Asimismo, solo en Góis una treintena de aldeas tuvieron que ser evacuadas ante el avance de las llamas, aunque tras una evaluación de seguridad ya han podido regresar los habitantes de 17 de ellas, apuntó Tavares.

Según el último balance de las autoridades, el fuego ha causado 64 muertos y 254 heridos en el centro de Portugal, la mayor tragedia forestal en la historia del país.