El papa Francisco invitó a desayunar a ocho sintecho, uno de ellos de nacionalidad peruana, que acudieron al Vaticano para felicitarle por su 80 cumpleaños y con quienes el pontífice charló y ofreció dulces argentinos.

Estuvieron acompañados por el limosnero papal, monseñor Konrad Krajewski, y fueron "invitados personalmente" por el papa a desayunar en el comedor de la residencia vaticana. Francisco se despidió de ellos para celebrar una misa con sesenta cardenales, no sin antes ofrecerles unos dulces típicos de su país natal, Argentina.

En esta jornada de cumpleaños, en muchos comedores sociales de Roma se distribuirán dulces en nombre del papa y muchas de las personas que residen en los albergues recibirán un sobre con una postal navideña y "un pequeño regalo".

Francisco ha mostrado gran sensibilidad hacia los sintecho de Roma, a quienes ha recibido en varias ocasiones, ha abierto duchas y una barbería en la plaza de San Pedro, les ha regalado dinero u objetos como sacos de dormir y les ha invitado a distintas actividades como el cine o recorridos por los Museos Vaticanos.