El Tribunal Supremo de Florida (EEUU) ha desestimado el recurso presentado por la fiscalía por la anulación de la condena a muerte del español Pablo Ibar, decidida por esa misma instancia judicial en febrero.

Andrés Krakenberger, portavoz de la Asociación contra la Pena de Muerte Pablo Ibar, reveló la notificación enviado por el Supremo de Florida al abogado del español, Benjamin Waxman, en la que le comunica que la apelación presentado por la fiscalía ha sido desestimada.

El recurso de "reposición" ante el mismo tribunal fue presentado por la fiscalía estatal a finales de febrero, que intentaba así revertir el dictamen emitido unas semanas antes sobre la condena a muerte de Ibar por los asesinatos de tres personas, el dueño de un local nocturno y dos modelos, cometidos en 1994.

El dictamen del Supremo de Florida, que sigue en pie, implica la celebración de un nuevo juicio contra Ibar, de 45 años y único español que estaba condenado a muerte en Estados Unidos. Según la información recabada por la Asociación contra la Pena de Muerte Pablo Ibar, el traslado de Ibar a un régimen penitenciario normal puede producirse "en un plazo máximo de 15 días".

Ibar lleva casi 22 años preso, 15 de ellos en el corredor de la muerte, en un penal de Rainford, en Starke (Florida), desde que en 2000 fue condenado a la pena capital por el triple asesinato. Uno de los argumentos de peso examinados por el Tribunal Supremo de Florida para la anulación de la condena es que el "ADN de Ibar no fue encontrado en la camiseta recuperada" en el lugar del triple crimen y que el asesino usó para "cubrirse parcialmente el rostro".

La defensa de Ibar, quien siempre ha mantenido su inocencia, resaltó en su apelación ante el Supremo de Florida la poca fiabilidad de la prueba determinante, un vídeo "sin sonido, borroso, granulado", grabado por las cámaras de seguridad de la casa del dueño del club y el testimonio, en ese sentido, de un experto facial que lo tacha de nada fiable.

El vídeo en blanco y negro fue grabado por las cámaras de seguridad de la casa del dueño del club nocturno y en el mismo aparecen dos individuos con el rostro cubierto buscando objetos de valor. Al final de la grabación se observa cómo uno de ellos se descubre la cara y, pese a la mala calidad de la imagen, la fiscalía dijo en el juicio que esa persona era Ibar.