El pequeño Osman baja del avión, ya en España, junto a su padre, su madre y sus dos hermanos. Atrás queda Atenas y Afganistán, de donde salieron huyendo de la guerra y de las bombas, hasta quedar atrapados en el infierno de Idomeni.

Los voluntarios de Bomberos en Acción se pusieron como objetivo traerlo a nuestro país. Ellos son los ángeles de Osman. Al menos siete de ellos han querido estar en Barajas. Tres lo han hecho desde Barcelona, Guadalajara y Huelva. Estuvieron con la familia en Idomeni. Sólo podrán estar con el pequeño cinco minutos pero han querido que al bajar del avión vieran una cara conocida.

"Venimos porque hemos compartido con ellos allí un tiempo y queremos que aunque sean cinco minutos vean caras conocidas, porque llegar a un país así con todo este revuelo", señala Laura Orozco, voluntaria de Bomberos en Acción.

La familia llega con ilusión a España, aquí tendrán una nueva vida. "La familia está muy emocionada y agradecida y están llenos de bondad", explica Óscar García, voluntario de Bomberos en Acción.

Los voluntarios lucharon por darle visibilidad a la historia del pequeño. Los que han hecho una campaña que culmina con el mejor de los regalos. Pero Osman no es un caso aislado en el campo de Idomeni y por ello la felicidad no es plena. "Sólo pienso en las familias que hemos dejado allí", señala Ernesto Almagro, voluntario.

El horrible viaje por fin ha dado su fruto y los médicos del hospital de La Fe de Valencia le harán un examen al pequeño con el fin de buscar el tratamiento que necesita. Si no hay cambios en el estado de salud del menor, pasarán la noche en el Centro de Atención al Refugiado de Mislata, en Valencia y Osman ingresará en La Fe sobre las once de la mañana.

El pequeño vive acompañado de una extrema fragilidad, que es la parálisis cerebral que sufre, que amenaza con quebrar su vida.