"Estuvimos muy cerca", aseguró el presidente de turno del consejo, Mansur Al Otaibi, tras una última reunión con el resto de embajadores. Kuwait y Suecia, los principales impulsores de la iniciativa, dijeron que las discusiones continuarán durante la noche en un último intento por lograr un consenso.

Incluso si éste no llega, el Consejo de Seguridad procederá a votar un proyecto de resolución, según garantizaron ambos países. De no haber acuerdo, Rusia tendrá en su mano frenar la iniciativa gracias a su poder de veto, que ha utilizado en repetidas ocasiones desde el inicio de la guerra siria.

La delegación rusa ya rechazó este jueves el borrador redactado originalmente por Kuwait y Suecia, que buscan una tregua de al menos 30 días en toda Siria con el objetivo de permitir la entrega de ayuda humanitaria y la evacuación de heridos y enfermos de zonas asediadas.

El texto contaba con el respaldo de una clara mayoría de los miembros del Consejo, incluidas las potencias occidentales, pero el embajador ruso, Vasili Nebenzia, lo tachó de poco realista. Hoy, sin embargo, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, se mostró abierto desde Moscú a respaldar la iniciativa si su Gobierno recibe una serie de garantías de que los grupos opositores, a los que califica de terroristas, respetarán el acuerdo.

Ante esa apertura, Suecia y Kuwait decidieron retrasar la votación prevista originalmente para esta mañana y seguir negociando. Tras unas horas, el voto pasó a programarse para la tarde y, en medio de continuos contactos diplomáticos, los promotores de la iniciativa llegaron a mostrarse muy seguros de que la resolución se aprobaría.

Al final, bien entrada la tarde en Nueva York y ya de madrugada en Moscú, optaron por dejar la votación para mañana ante la imposibilidad de cerrar un acuerdo.