ONU Mujeres ha pedido a los países árabes que calculen el coste económico de la violencia contra las mujeres, en un intento por fomentar que las autoridades apliquen reformas políticas contra este tipo de comportamiento, que sigue siendo tabú en toda la región.

Los países árabes que cuentan con leyes que se dirigen específicamente a la lucha contra la violencia de género son escasos, según ha indicado la agencia de Naciones Unidas centrada en defender y proteger los derechos de mujeres y niñas.

"Muchos países árabes todavía ven la violencia contra las mujeres y el trato hacia ellas como un asunto de la esfera privada y no del ámbito público", ha explicado Mehrinaz Elawady, miembro de la Comisión Económica y Social de Naciones Unidas para Asia Occidental (ESCWA).

"Medir el coste económico de la violencia podría ayudar a los gobiernos y a los países a entender que (...) este tipo de violencia no afecta sólo a las mujeres víctimas, sino a toda la economía", ha dicho a Reuters el director del Centro para la Mujer de ESCWA.

Las autoridades de Egipto siguieron el consejo de la ONU utilizando un modelo de cálculo facilitado por la organización internacional para estimar el coste que tuvo la violencia de género en 2015, que se tasó en 2.170 millones de libras egipcias (unos 104 millones de euros).

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que un 37% de las mujeres en el este del Mediterráneo, lo que incluye a varios estados árabes, han sufrido abusos psicológicos o sexuales a manos de su pareja. Sin embargo, no existen datos sobre la escalada de violencia de género por país en el caso de los de fe musulmana. concreto.

Algunos países de Oriente Próximo están avanzando tímidamente en su protección a las mujeres, como en Túnez, donde se derogó una ley en julio que permitía a los violadores quedar impunes si se casaban con la víctima. "Las cosas están cambiando (...) pero es sólo el principio", ha afirmado Mohammad Naciri, director de ONU Mujeres para países árabes.

Naciri también ha apuntado que el pensamiento tradicional, donde las mujeres son vistas únicamente como esposas y madres con restricciones a la vida fuera del hogar, necesita cambiar para hacer más fácil el trabajo. "Lo que tenemos que decirle a los legisladores árabes es que tomar medidas es inteligente", ha concluido.