Pasaban siete minutos de las diez de la noche cuando una furgoneta blanca irrumpió a toda velocidad en el Puente de Londres, en el corazón de la capital británica, y se llevó por delante a los peatones que encontró en su camino.

Unos metros más adelante, los tres terroristas se bajaron del vehículo. Armados con cuchillos de grandes dimensiones, se dirigieron al mercado de Borough, un lugar de ocio muy concurrido los sábados por la noche, y comenzaron a apuñalar a los viandantes.

Pasó tan sólo un minuto desde el inicio del ataque cuando la policía, a las 22:08 horas, recibió la primera llamada de alerta. Desde ese aviso, pasaron sólo ocho minutos hasta que llegaron al mercado y abatieron a tiros a los tres atacantes.

"Hemos sido capaces de responder a los incidentes muy rápido; literalmente, en ocho minutos", ha explicado la directora de la Policía Metropolitana de Londres, Cressida Dick. Los tres atacantes llevaban cinturones con latas adosadas que simulaban explosivos. La Policía Metropolitana confirmó después que eran falsos.

Los testigos presentes en el mercado aseguran que las escenas fueron de auténtico pánico: "Escuchamos disparos, un intenso tiroteo. Después llegó la policía, la gente corría en todas direcciones". Después de los ataques, las fuerzas de seguridad acordonaron y evacuaron la zona.

Incluso, a través de las redes sociales, lanzaron un mensaje para advertir a los ciudadanos de qué pasos dar en caso de atentado: correr a un lugar seguro, esconderse con el teléfono en silencio y, llamar a la policía.

Eran a 00:23 horas cuando la Policía confirmó que se trataba de un ataque terrorista. Horas después, se confirmaron los primeros fallecidos en un ataque que deja, además, casi medio centenar de heridos. La Policía cree que la situación está controlada.