El mandatario estadounidense, Barack Obama, considera en el último debate presidencial que la mayor amenaza exterior para su país son "las redes terroristas", mientras que en opinión de su rival, el republicano Mitt Romney, es un "Irán nuclear". 

Pese a lo conciso de la pregunta lanzada por el moderador del cara a cara en Boca Ratón (Florida), Bob Schieffer, "¿Cuál cree usted que es la mayor amenaza futura para la seguridad nacional?", ambos políticos han discrepado en sus respuestas y han acabado hablando de China.

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"Creo que continuarán siendo las redes terroristas. Tenemos que seguir vigilantes", ha indicado Obama antes de calificar a China como "un adversario, pero también un socio potencial en la comunidad internacional si sigue las reglas". 

Para Romney, "la mayor amenaza a la que se enfrenta el mundo, la mayor amenaza a la seguridad nacional, es un Irán nuclear". La mención a China, que en respuesta a Obama también ha realizado Romney, ha estado orientada hacia la importancia económica y comercial para Estados Unidos del gigante asiático. 

"Sé que los estadounidenses han visto cómo se trasladaban empleos al exterior y cómo empresas y trabajadores no jugaban al mismo nivel en lo referente al comercio", ha indicado Obama, que ha asegurado que durante su mandato "hemos llevado más casos contra China por violar normas comerciales que ningún otro". 

El presidente, que ha dicho que Estados Unidos ha ganado cada caso que ha presentado, ha recordado que eso beneficia a los "trabajadores del acero en Ohio y a lo largo de todo el medio oeste", en clara alusión a la economía en los estado decisivos para las elecciones del 6 de noviembre. 

Romney también se ha referido a China y ha asegurado que lo que Pekín desea es "un mundo estable, no quieren guerra, no quieren ver proteccionismo" y, en línea con lo dicho por Obama, ha indicado: "podemos ser socios con China, no tenemos que ser un adversario de ninguna manera. 

Podemos colaborar con ellos si están dispuestos a ser responsables". "Nos tenemos que asegurar que tenemos relaciones comerciales que funcionan para nosotros", afirmó Romney, quien ha recordado que el gigante chino posee una gran cantidad de la deuda emitida por Estados Unidos. 

En opinión de Romney, a la hora de valorar la conveniencia de alinearse con Washington, Pekín se pregunta: "¿Qué tan fuertes vamos a ser? ¿Qué tan fuerte es nuestra economía?".